La cosecha de la campaña gruesa, sin dudas, camina a paso lento y con múltiples complicaciones por las lluvias y las enfermedades. Si bien durante la semana el progreso de la recolección de la oleaginosa a nivel nacional fue de 11,7 puntos porcentuales (pp) y se logró cubrir el 25,5% de la superficie implantada apta, a la fecha presenta un atraso respecto al promedio de las últimas cinco campañas de 22,8 pp, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).

El informe de la BCBA detalló que en el NOA y NEA se generalizó la trilla, luego de un avance de 8,2% y 9% respectivamente, con los primeros resultados de rendimiento arrojando valores por debajo del promedio, principalmente sobre el NEA con un valor de 12 quintales por hectárea (qq/ha), manifestando las consecuencias del estrés termo-hídrico sufrido durante gran parte del ciclo.

De mantenerse este panorama, la entidad bursátil advirtió podría verse afectado la actual proyección de producción de este cultivo, que hoy se encuentra en 51 millones de toneladas.

Por el contrario, si bien la cosecha de soja de primera se ha visto demorada, se ha avanzado sobre el 61,8% sobre el Núcleo Norte, con un rinde al momento de 40 qq/Ha, superior al promedio del período 2017/21 (35,8 qq/Ha). Asimismo, sobre el Núcleo Sur con un avance del 46,5 %, el rinde promedio para los planteos de primera se ubica en 39,4 qq/Ha, 3,7 qq/Ha por encima del promedio de las campañas
2017/21 (35,7qq/Ha).

Maíz

Por su parte, la cosecha de maíz grano comercial avanzó 2,6 p.p. durante la última semana, alcanzando al 19,8 % del total estimado, con un rendimiento promedio hasta la fecha de 88,5 qq/Ha. Se estima que el 90% de los planteos tempranos en zona núcleo ya fueron cosechados con un rinde promedio de 102 qq/Ha.

Hacia el norte del área agrícola, las enfermedades como el «achaparramiento» producida por la plaga de la «chicharrita»y el estrés térmico e hídrico sufrido en periodo crítico «han dejado un escenario con importantes pérdidas tanto de rinde como de área cosechable», remarcó el trabajo de la entidad.

«En el NOA, la pérdida es mayormente explicada por la presencia de la chicharrita, ya que los perfiles se mantuvieron cargados durante gran parte del ciclo. Por otra parte, el NEA presenta la situación menos favorable, con una combinación de los eventos adversos mencionados», puntualizó el informe.

El centro y sur de la provincia de Santiago del Estero tuvieron mayor merma de rinde por enfermedades
mientras que en la provincia de Chaco, los productores sufrieron el impacto de la combinación de enfermedades y estrés ambiental. En este contexto, y a la espera del comienzo de la cosecha de planteos tardíos, la BCBA mantuvo su proyección de producción en 49,5 millones de toneladas.

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