La industria textíl y de la indumentaria se encuentra entre los sectores productivos más sensibles a la recesión, y la abrupta caída del consumo en lo que va del año está provocando una situación de desestabilización financiera de muchas empresas, sobre todo las más pequeñas, lo que pine en riesgo su subsistencia y los puestos de trabajo.

Claudio Drescher, presidente de la Cámara de la Industria Argentina de la Indumentaria, explicó en diálogo con País Productivo Radio que «cualquier producto no esencial es el que sufre primero cuando hay una recesión y una caída en los ingresos. Por lo cual, el de la indumentaria es altamente sensibles cuando mejora apenas el consumo o cuando empieza a empeorar, y así fueron los ciclos de recesión o crecimiento en Argentina en las últimas décadas».

«La particularidad de esta caída es lo abrupto; es como que alguien bajó la puerta del consumo, y se dio en un proceso más corto que en otros períodos. Se empezó a ver en el 2023; a partir de 2024 cayó. Bueno, esto pone a la situación de las PyMEs, que es poco más del 90% del desarrollo productivo y comercial del rubro indumentaria en Argentina, en una situación extremadamente compleja desde el punto de vista financiero»; explicó el directivo,

Es que las empresas de indumentaria compraron los inventarios para las ventas de invierno hace 4 o 6 meses atrás sin tener indicios de que iba a darse una caída tan severa de la demanda, con lo cual su capital de trabajo está puesto en un inventario que no van a vender y provoca una situación de desestabilización financiera de muchas empresas, sobre todo las más pequeñas.

Apelando a una figura futbolera, Descher exclamó: «Estamos perdiendo por goleada. Si tengo que considerar hoy, me parece que este debe ser uno de los peores momentos en función del ataque a la industria nacional, a todo lo que tenga que ver con desarrollo y producción. Pocas veces vi que un proyecto político no mencione la palabra industria, ni siquiera oí la palabra desarrollo».

Al cuestionar una visión «absolutamente monetarista» de la actual gestión de gobierno. «Nadie se sustenta solamente en el ahorro. Si yo digo ´No tenemos plata, no alcanza para pagar´, digo bueno, ojo, no gastés de más, pero vamos a buscar más ingresos, es de sentido común. Entonces hablo de exportación, hablo de mejorar mi trabajo, hablo de producir, hablo de recaudar más. No hablo solamente de ahorrar. En todo el discurso no escucho las palabras desarrollo. De esa voz, se quiso poner derechos de exportación a la industria, entonces realmente es todo contradictorio», fustigó.

Drescher también considero que la gravedad de la situación «va mucho más allá de la indumentaria, y que a esta retracción de mercado cuando empiecen a ingresar más importaciones va a producir el desempleo y las suspensiones que se van a ir viendo este año en todo el sector industrial».

La consecuencia de mediano plazo es que «se va a producir un aumento de la marginalidad, y los que pierdan trabajo, tienen chicos de 15 años y a dónde van a ir, a robar, va a crecer la inseguridad. Vamos a ser un país latinoamericano de vieja data. Si este plan tiene éxito, este país no va a ser más la Argentina, va a ser otro país».

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